"El Salto de la Culebra" - Humberto Burguete Pedrero (HUARICHI)

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"EL SALTO DE LA CULEBRA"

 

Al principio pueden parecerle deshilvanadas las ideas de esta narrativa, mas considero importante que usted se vaya familiarizando con las costumbres que dan forma al contenido de este libro, el cual sólo tiene la buena intención de dar a conocer algunas experiencias vividas con hombres cuya actividad es singular.
El amplio conocimiento natural de los llamados brujos de linaje, no es casual, lo han aprendido desde siempre, lo han pulido y actualizado estudiando métodos que en forma secreta se imparten en el extranjero logrando con ella una fusión de símbolos que sirven para despistar y mantener para los elegidos, el conocimiento hermético.

Los sacerdotes de los cultos a los dioses mexicanos hicieron creer a los españoles conquistadores y evangelizadores que habían dejado de adorar a sus dioses y aceptar plenamente el catolicismo, mas en forma oculta continuaron haciendo ceremonias e invocado su protección.
La Iglesia Católica en los tiempos de la conquista, se las ingenió para hacer de Quetzacóatl un representante de las fuerzas del bien y por otra parte lucharon contra Tezcatlipoca a quien consideraban que era el diablo, como lo representa la religión cristiana.
Tezcatlipoca era para los antiguos mexicanos el verdadero dios y tenía varios desdoblamientos, representaba al mal, era lo contrario a Quetzalcóatl.
Fray Bernardino de Sahún, de la orden de los franciscanos, hizo la crónica del Nuevo mundo desde su llegada en 1529, bautizando a América como "El continente del demonio", representado por Tezcatlipoca.
Por la crónica "HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE NUEVA ESPAÑA", hoy nos eteramos de la grandeza de la cultura mexicana, cuyos hombres se dejaron vencer por creer que los insaciables conquistadores eran representantes de Quetzalcóatl, aquel sabio que gobernó y destruyó Tula cuando se sintió viejo y fue en busca de su juventud a Tillan Tlapallan, esto según dicen ocurrió cientos de años antes de la llegada de los españoles. Los mexicanos todavía esperan que regrese joven y sabio para que nos gobierne con justicia.
Según la leyenda, Quetzalcóatl partió de las costas del Atlántico a lo desconocido en una embarcación hecha con culebras y nuestra ciudad lleva el nombre arcaico de COATZACOALCO que significa en legua náhuatl "LUGAR DONDE SE ESCONDIÓ O SE PERDIÓ LA CULEBRA". Esta puede ser la ruta del regreso de aquel que fue a buscar su nueva juventud al Tlapallan o como dice un investigador: "Coatzacoalcos significa ENCUENTRO DE CULEBRAS" o sea que aquí se puede dar el "DIALOGO DE LOS DOS QUETZALCOATL", el viejo que se fue al infinito y se convirtió en la estrella guardiana del amanecer de nuestro pueblo, y el nuevo, el joven Quetzalcóatl quien fundaría en México la nueva cultura mundial que dé esperanza renovada para vivir con sabiduría. No hay que olvidar a Tezcatlipoca, el dios invisible como el viento y como la noche oscuro, es muy afecto a crear conflictos, dar y quitar, puede decidir reinar.
De acuerdo a la ley de los opuestos, después de la luz vienen las sombras, si estas sombras fueron los quinientos años de conquista y dominio español, seguro es que para México viene un tiempo luminoso que debemos aprovechar.
Quiero hacer notar que Anselmo es sólo un motivo para hablar de nuestras raíces, buscar el espejo de Tezcatlipoca, reflejarnos en él y encontrar el nuevo nombre, por eso Anselmo dice: "INVÉNTAM UN NOMBRE, NO LE DIGAS AL MUNDO QUIEN SOY"

HUMBERTO BURGUETE PEDRERO